miércoles, marzo 21, 2012

Y Tú, infeliz tirano: no confundas la impotencia con la indulgencia.



Con tanta psicologìa, todo es enfermedad,
la ira, la pereza, la mentira, la lujuria,
los vicios son "escapes" la gula es "satisfacciòn"

la ignorancia es culpa de los otros, la verdad es relativa,
el cuerpo es cosa, el otro es medio,
se busca la felicidad en el placer irrestricto
el lenguaje es personal, las costumbres inevitables
y el mundo un lugar de juegos.

La responsabilidad es "ser feliz",  el trabajo te debe hacer rico,
el servicio debe ser cobrado, se estudia para ganarles a otros,
el amor es un pasatiempo barato, luchar es para derrotar a otro
pedir perdòn es sòlo un remedio psicològico
la religiòn es un amuleto mental y Dios es llamado "energìa"
como la elèctrica o la que sea.

El planeta merece ser "salvado" pero no el hombre
se cuidan los huevos de tortuga pero se abortan niños
se prefiere ser servido que servir,
el èxito se mide con dinero o con la pobre capacidad de perder la libertad
perdiendo el autodominio,
Y los nuevos tiranos llenos de sobrada malicia
ven perdòn donde no lo hay
donde la impunidad reina a su favor se creen dueños de parcelas de hipocresìa
y confunden la impotencia del agredido con la indulgencia del olvido.

No saben èstos pobres diablos hacedores de creencias y de creìdos,
que la Verdad prevalecerà, que el hombre y su dignidad y sus potencias
dependen de Dios, que la libertad radica en saberse decir NO a sì mismo,
en elegir SIEMPRE el bien y lo mejor.
Y que venimos a servir ,  a gozar lo que Dios nos ha dado no lo que ellos
queran vendernos.
Que pecado siempre serà pecado aunque borren el nombre del diccionario
Dios es y serà Dios persona, personal. Creador y principio y fin de lo que es suyo.

Y que existe el castigo. No es indulgencia, es impotencia.
Aunque Ekhart Tole diga lo contrario y Oprah y Obama,
y hasta el Dalai Lama, y Freud, y parezca que Hug Hefner es feliz
y le celebren el prostìbulo y la trata de blancas màs grande del mundo,
y existan un montòn de sectas mentirosas, y la seducciòn del Satàn sea invisible
y callada y aceptada, se le diga paraìso al infierno e infierno al paraìso.

Todo tomarà su orden respectivo en la escatologìa de lo ontològico
donde la Verdad es lo ùnico que se escucha y la Fe ya no se necesita.
Donde gozaràn los que supieron y quisieron hacer la voluntad del amor
de Dios Trino y Uno, y abrazaron a Dios mismo en sus hermanos
y reconocieron el Camino, la Verdad y la Vida, aunque por lo pronto
los despreciara el mundo y sus parientes y "amigos".






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Coincidir es milagroso cuando se busca y se encuentra el mismo rayo de Luz. Clara Lenz