entré despacio, gozando cada paso, sintiendo la blandura de la madera
debajo de mis pisadas, qué luminosa, acogedora y musical estancia....
A la entrada un hermoso cuadro del Señor de la Misericordia, sonriente
feliz, buscando el abrazo de quien lo mira, los brazos extendidos
irradia paz y deseo si es posible entenderlo, un hermoso florero de vidrio con flores rojas en la mesita debajo del cuadro.
rodeando el florero estan las fotos de mis ocho hijos, hermosos y sonrientes.
Desde la entrada se ve el jardín por las ventanas y es hermoso, un tono verde esmeralda que hace desear salir.
Paso por la cocina para ir al jardín y la veo tan pulcra y recogida, una taza
sobre la mesa y unas galletitas suaves, rellenas, mmmm.
Me busco en el jardín y me encuentro columpiándome suave y largamente,
mi cabello se mece con el viento, mis zapatos son rojos hermosos, traigo una falda de flores rojas y una blusa vaporosa blanca que parece nube.
Me veo llegar y disminuyo lentamente el balanceo, sólo es cuestión de ya no mover las piernas y el columpio se detiene, me bajo feliz de recibirme, me miro: estoy hermosa con mi ropa de calle y mi cabello chino, huelo a suave perfume de yerba, me abrazo y me beso en la mejilla ¡Ross!, me digo doblemente:- hace mucho te esperaba alma mía, tengo tanto que contarte-
-no encontraba elecamino, me perdí de puro miedo de que no te gustara ver cómo estaba después de haberme salido de mí misma.
Siempre vas a gustarme alma mía! no sabes cuanto recé para que por fin llegara éste día, tengo tus galletas preferidas,ven, vamos a la cocina.
Entré conmigo a la cocina de mí misma y todo era lindo, bien escogido,
divinos diseños delicados,las tazas, las cucharas, los manteles, flores,
me senté para disfrutar mis galletas preferidas, mi encuentro, mi alegría.
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Coincidir es milagroso cuando se busca y se encuentra el mismo rayo de Luz. Clara Lenz