Tantas veces has venido y no te he recibido
tantas veces me has hablado en el silencio
de mi dolor o de mi gozo, y no te he preferido
Soy un triste pesebre vacío
Tantas veces pobre, tantas veces herido,
tantas veces tantas te quité de tu lugar en mí
derribandote de mi monte Santo
me he perdido.
Hoy vienes como niño
como un bebé recién nacido, con frío
Amoroso Dios como eres, insistes en mi corazón frío
quieres vivir en él, quieres ser amado y recibido,
Tantas veces te he rechazado, ciega, herida de muerte,
sorda, herida de soberbia, de mundo y de carne.
Hasta donde eres capaz mi Dios Niño de suplicar mi corazón
mi libertad, mi voluntad, mi camino,
me sorprenden tus lágrimas constantes, tu llanto suave y dolorido,
tu paciencia frente a mi puerta grosera de hierro y de infierno aveces,
de gozo ilícito, de enajenación demente
que me hace querer perderte y dejate ir llorando
por un puñado de placer burdo e ilícito
que se convertira´en dolor, infierno y vacío.
sin Tí no soy ni nada, soy tan algo negativo, soy abismo de mí mismo
soy celda, cloaca, cueva, trampa, pecado mortal, muerto vivo.
Y cuando lloro con culpa y miedo, enojo, frustración, egoísmo
castigado por mis actos, ansioso de Paz y Camino,
asqueado de mis mentiras, de pretender ser el dios de mi vida
Te miro, lloroso y paciente, amoroso y constante Dios mío Niño
tocando a las puertas de mi alma como siempre, conmigo.
Hoy quiero abrazarte eternamente Cristo mío
quiero ser yo quien permanezca a tu puerta, suplicando tu Amor
tu presencia, tu Corazón Sagrado, tu Alma ; mi nido.
No puedo mas perder el tiempo, tantas Navidades he muerto
he perdido, he deshechado, he caído.
Esta vez quiero ser puerta abierta, amor para Tí
refugio concreto, cálido, limpio, vencido por fin
por fin habitado por Tí, abrazandote en mi interior bendecido.
Te amo y por fin Niño mío, quiero ser tu tabernáculo, tu cáliz. tu refugio
no llores más por mis pecados, líbrame del maligno y quedaré limpio.
Quiero ser Nada, nadie,que seas todo en mí, que seas por fin mi Dios
y yo tu criaura, Tú el Todopoderoso y yo tu protegido amado y rendido de amor ante Tí.
Ven, Ven Niño mío, ven a mi corazón herido de Amor. cálido, tibio.
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Coincidir es milagroso cuando se busca y se encuentra el mismo rayo de Luz. Clara Lenz