Hueso de mis huesos,
¿porque caminas en sentido contrario a nuestra felicidad?
porqué oyes y sigues el murmullo de las sirenas abandonando nuestra barca a la deriva
Me dueles cuando nos fallas
me ardes cuando nos hieres
me ensordeces cuando callas para mentir
tus ojos de mirar lo indebido lastiman los míos
tus deseos de desear lo impuro manchan mi mente
tus intenciones de malograr la Verdad para esconderteoscurecen tu vaga presencia en mi interior
Te conviertes en un fantasma fácilmente y no estas muerto del cuerpo
te conviertes en un ánima maldecida por tí mismo cuando entregas tu alma a la muerte
del pecado mortal y así vienes y quieres abrazarme
aunque sólo pienses en pecar me doy cuenta de cómo te oscureces y te ensucias
eres hueso de mis huesos y tu muerte del alma me pesa, no sé por qué y no quiero.
Sabes que percibo tanto de tí, carne de mi carne
y en vez de corregirte para no dolerme, mejor te escondes
sofisticas tus mentiras
ahora mientes sonriendo y siendo amable y sigues muriendo a mis ojos
todavía miras con impureza pero ahora sin voltear la cabeza como que no miraras
usas los lentes oscuros que esconden tu alma pero no de mí.
Qué hice yo para merecer sentir todo ésto?
tan fácil que sería ver sólo lo que mis ojos ven , mi corazón anhela,
el Cielo que tanto amo aquí en la tierra
lo amable de Dios y lo bello de la virtud que es generosa y se entrega,
No quiero ver más tus ojos que en impurezas se desvelan
no quiero más oír tu corazón en guerra de muerte segura
no quiero sentirte más cuando mueres junto mío, en mí
y tengo que soportar tu olor a muerto vivo, y ver lo que ves y no quiero
y oír lo que deseas y rompe todas las promesas que hiciste para mí ante Dios
hueso de mis huesos.
Me duele aveces tanto ser carne de tu carne porque siento tu lepra como mía
cuando crees que sonríes y nadie te quiere decir que es sólo un gesto macabro tu risa
como Dorian Gray escondido en una pintura, así los rostros se descomponen de vicio y mentira.
La sangre de Cristo me salva de morir contigo , de caer de contagio, de ser tuya y tú,
cuando el infierno te llama y lo llamas y lo traes contigo y te quema de ira, soberbia, lujuria,
mentira, egolatría engaño a lo más sagrado, visiones de ser bueno cuando se es malo,
que el placer ilícito es premio a los cansancios de la vida
que el amor es sólo carne y amar no merece la pena tanto esfuerzo sin medida.
Hueso de mis huesos, hasta cuando la Gracia te tocará y te hará santo y bueno
y serás faro de luz para nuestra casa y no tropiezo y caída?
Tú crees que no se ve lo que no se ve, que no se oye lo que no se dice,
que sin pruebas de los golpes al alma, no hay heridas
que no hay pecado sin fotografías, sin testigos visibles,
les dices amores a tus cómplices, a los reos como tú del infierno cuando huyes del bien
y al vicio entregas tus energías.
Y pretendes descansar junto mío de lodo que recogiste en tus avenidas.
Carne de mi carne cuánto me pesas, me cuestas, me fatigas.
Ya quiero que al cielo me lleves, me llames , me sigas
deja de ser piedra de tropiezo, lodo, maldad, mentira.
En la sangre de Nuestro Señor Jesucristo nos guardo y le suplico nos lleve
al Calvario de su bendita vida, para resucitar benditos con El y en El
no hay otra manera de solventar ésta guerra entre ifierno y cielo}siendo los dos una sola cosa
una sola alma y una sola carne.
Quieor dejar de sentir cómo nos quemas cuando el infierno te convierte en brasa
quiero a Cristo y su agua en mi alma para seguir fresca mientras te lastimas
y no sentir tus volcanes en mi espalda ni tus manos en las mías como grilletes
como cárcel como encierro de mi inteligencia.
Mi mirada es mía y es de Dios y de las hermosas almas que me rodean
mi mirada quiere sólo Cielo, luz, Camino, Verdad y Vida y es mía
y es de Dios y es mis ojos buscando siempre una respuesta para que por fin te detengas
y oigas algo que te haga desear el _Cielo con toda nuestra alma y no sólo con la mía. Te descanso en mans de Dios por fin, y descanso ya las mías
de tirar de tí contra el abismo al que pareces amar cuando desvarías.
Eres hueso de mis huesos pero yo te suelto y te entrego a Dios y a María.
Yo nací para sr tu esposa no y nunca una de tus preferidas
que Dios te bendiga.
que lo que Dios ha unido no lo separe el hombre ni la mujer
ni el vicio, ni el pecado, ni el infierno, ni el falso amor, ni las oraciones dichas en pecado
ni las hipocresías, ni las poses, ni los compinches, ni las seudo amistades, ni las ratas de asfalto
de la oficina, del gimnasio ni de la familia.
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Coincidir es milagroso cuando se busca y se encuentra el mismo rayo de Luz. Clara Lenz