viernes, enero 25, 2013

Ya no estas aquí pero no has muerto

Vuelvo a lo mismo y pienso en tí. Y pienso en que ahora soy un poco más libre de tí que antes.
A fuerza de tus errores y desatinos soy más libre hoy que ayer mismo.
Es duro entender y desear vivir sabiendo que el matrimonio que es tuyo no es el que querías.
Porque uno de los dos dejó de querer contigo.


Ya no somos amigos, te dije el otro día. Ahora hablamos solo cosas tontas , de autobús, de fila de banco, de sobremesa estúpida. Sí, es triste sobretodo para mí que me gusta tanto platicar de cosas profundas y de trascendencia espiritual y de ser y no ser y de compromiso y elevarse y amar.

Ya no estas aquí pero no has muerto, no al menos como los que se entierran, has muerto vivo.
Y desde que lo reconocí, ya no voy a tu tumba a tratar de resucitarte, a hacerte ver de pie, para que nuestros hijos te vean como que respiras. Todo mi esfuerzo para que así muerto; voltees y me abofetees al caer de nuevo y desees estar muerto, más muerto que antes. Pero vivo.


Reconozco un entrelazamiento espiritual porque me uní a tí en cuerpo y alma, y aunque el cuerpo se fuera a a morir en otras camas y miradas y espectáculos de ser infiel; el alma queda traslapada.
Es duro saber, entender, algo que nunca pensaste que ibas a tener que pensar: que quien decía amarte te iba a traicionar por hedonismo, y que para traicionarte mas alegremente iba a tratar de derribarte junto con tus hijos, y que para derribarte iba a usar de la humillación y la amenaza y el mal humor y la neurosis.
Y ya viéndose atrapado más por sí mismo que por su pecado, comenzaría la esquizofrenia de ver que quienes están mal son todos los otros y no su ruinoso corazón. Entonces, mudo, tuerto, sordo, cojo de amor, paralítico de reír y odiandose a sí mismo, mejor muere. y Mueres.

Pero ya te hice en mi interior el sepelio a un amor inexistente, a unas promesas de repente, y a un compromiso que nunca fué sino gancho para estar, tener, poseer y controlar.
Adiós a las misas que fingiste sentir sólo por atrapar mi imaginación de tu pureza.

Me sacudo el polvo de las sandalias y voy donde los vivos, donde nuestros hijos, testigos ya no mudos de tus inconstancias y de mi dolor ya pasado.
Soy más libre de tí y quiero serlo más mañana. Que ya no me duela tu indiferencia, tu llegar tarde, tu frialdad . Entonces ya no te dejo tocar mis sentimientos ni ensuciar mi compromiso personal.

Tenemos diferentes medidas y pesos. Soy exigente y reconozco lo que vale mucho. Y vale mucho mi relación con Dios, aquella que rompí deshonrosamente por creer que deshonrándome me amabas.
Se acabó. Dios sobre todas las cosas es quien me ha liberado. Volver a lo primigenio, a lo primero, a lo que debió ser siempre : amar a Dios sobre todas las cosas hubiera evitado mi derrumbe y mi caída estrepitosa desde el pedestal en el que te quise tener de pie tanto tiempo "vertical".

Soy tu esposa de la foto, la de presentarle al jefe y las cenas de Navidad. Soy así como tu maraca de diseñador para los demás , pero no me respetas. no te importa más mi dolor.
Sé que yo jugué a quererte y a imaginarte y hoy pago ya no tan caro, pero pago.

Solo nuestros hijos me recuerdan el gran amor con que me sentía tu esposa y luego su madre. Aunque casi siempre me sacaras del hospital neurótico y enojado sin mostrar felicidad por sus nacimientos.
Aunque a algunos de ellos los rechazaste abiertamente cuando te dije que estaba embarazada.

Aunque viajaras tantos años que no los viste crecer luego con los vicios que los viajes te desataron porque ya los tenías, regresaras a odiarnos y a seguir como si ni estuvieras en casa y entonces te buscaste vicios más cercanos y variados. Hoy sé que eres capaz de engañar con tantas que ya no me importan. Porque el que ve a otra mujer deseándola comete el mismo adulterio, el que lo desea lo comete igual de flagrante y traicionero. Hablando sólo de las miradas claro, no de las convivencias en la oficina, los mensajes, los mails, los paseítos en los "viajes".....qué tristeza.

Soy mas libre que ayer. Mi vida es ser vida para nuestros hijos y por lo pronto desasirme de tí más cada día aunque estemos en la misma alma y cuerpo. Adiós de tu tumba. Si algún día quieres resucitar te espero. Porque te amo. Porque nuestros hijos me dicen con su belleza y su preciosa alma de Dios, que no pudimos equivocarnos tanto. Claro que rezo por tí esperando tu bautismo de VERDAD.

Mientras tanto tengo mucho quehacer viendo el sol, esas sonrisas que son mis hijos y esa vida hermosa que Dios me ha devuelto desde que salí del ataúd donde me había metido a sacarte.
Dios te bendiga y que tengas una feliz muerte si quieres . Yo para tí, quisiera una feliz vida pero no depende más de mí. Sino de tí y de Dios. Y EL lo sabe ya. Tú no. No todavía.