viernes, julio 13, 2012

Tu Silencio Dios y luego el mío







Por fin entro en el silencio de la palabra que es pensada.



Ya entendí que el mundo esta sordo
ya experimenté que está sordo porque quiere
si los que oyen hacen ruido
hasta quedar sordos de sí mismos.
Aveces: sólo Dios en lo íntimo es el único oído
es el eco de lo que soy .

Cuál es el sentido de comunicar-se a sí mismo
en una mesa donde la común-unidad no existe?

Cristo siempre está dispuesto siempre es Comunión
haya o no comensales a su mesa
lo entiendan o no, lo amen o no
ése es heroísmo

Necesito decirte Dios; aquello que soy y sólo puedo ser contigo
y que soy sólo dentro tuyo y en tu Hijo
y te lo digo con dolor de mi corazón que habla a tu oído
delante del Sagrario que cuando comulgo, soy yo misma

Me duelen mis hermanos perdidos, sus hijos heridos
me duele que puedo ver y ellos no ven el gran vacío
y yo quiero que Tu Dios mío, los pases a tu Paraíso
Se que no depende de mi bienestar el tiempo que te tomes
ni de mi impaciencia, ni siquiera de mi vida
Se que te interesa infinitamente más que a mí misma que sean Uno contigo.

Me duele el alma, el cuerpo, me duele él y me duelo yo
ese otro unido a mí y yo unida a él, ese teléfono descompuesto de vivir
de hablar y de lo que no soy  y vivir como que yo no existo
acallando el grito de ser siempre intensamente tu Hija
fiel coherente ocupada en tus cosas
tener que bajar el tono, la risa , el gusto y el disgusto
el color y el olor
 te busco, te necesito.
Gúianos a Tí mismo: qué fácil decirlo y que difícil deducirlo
caminar contigo hacia Tí, sólo puede hacerme pensar
que estamos siempre dentro tuyo y hacia Tí
y juntos en intento de comunidad de seres tan distintos entre nosotros
y tan amados por Tí : Tu Iglesia

Algo se cansa pero no se agota
ya dichas las palabras sólo me falta tu Silencio
 y luego el mío.

Señor mío y Dios mío!